El Protocolo de Montreal decretó la eliminación de 96 sustancias químicas hace 35 años. Esas sustancias, que se usaban, en su mayoría, en aerosoles y refrigeración, estaban provocando un agujero en la capa de ozono. Ahora, un grupo de expertos respaldado por la ONU afirma que la capa de ozono va camino de recuperarse totalmente en 40 años.
El último informe del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal sobre los productos que estaban dañando dicha capa ha confirmado que «la eliminación progresiva del 99% de las sustancias prohibidas que agotan la capa de ozono ha logrado protegerla, y ha contribuido a que se recupere de forma notable en la estratosfera superior y a que disminuya la exposición de las personas a la radiación ultravioleta nociva del sol», como recoge El País. Además, afirman que la eliminación progresiva en todo el mundo de esas sustancias químicas dañinas contribuye a la mitigación del cambio climático.
La última evaluación de la capa de ozono
La noticia de que la capa de ozono va camino de recuperarse se ha recibido con entusiasmo. En relación a ella, el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, ha señalado que «las medidas adoptadas en relación con el ozono sientan un precedente para la acción climática«. «El éxito obtenido gracias a la eliminación progresiva de las sustancias químicas que destruyen la capa de ozono nos muestra lo que puede y debe hacerse ―con carácter de urgencia― para abandonar los combustibles fósiles, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar, por lo tanto, el aumento de las temperaturas”, ha remarcado.
La última evaluación de la capa de ozono se basa en amplios estudios, investigaciones y datos recopilados por un gran grupo internacional de expertos. Muchos de esos expertos pertenecen a la OMM, el Pnuma, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Comisión Europea.
Lo verdaderamente destacable de este informe es que, primera vez, el Grupo de Evaluación Científica ha examinado los posibles efectos sobre el ozono de la inyección de aerosoles en la estratosfera (SAI, por sus siglas en inglés). La SAI ha sido propuesta como posible método para reducir el calentamiento climático mediante el aumento de la reflexión de la luz solar. Sin embargo, el grupo advierte de consecuencias imprevistas, que “también podrían afectar a las temperaturas, la circulación y las tasas de producción y de destrucción del ozono en la estratosfera, así como al transporte”.