Adentrándonos en la economía circular

Adentrándonos en la economía circular

Actualizado el viernes, 5 abril, 2024

Según un Informe de la Brecha Circular 2021, solo el 8,6% de la economía mundial es circular. Hace cuatro años, en 2018, esa cifra era mayor, con un 9,1%. El porqué lo debemos descubrir adentrándonos en la economía circular.

Como se recoge, en 2019, se produjeron más de 23.500 millones de zapatos al año, pero solo el 5% se recicló y casi el 95% se depositó en vertederos.

Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) están directamente relacionadas con lo que extraemos, producimos y consumimos. Por tanto, si aplicáramos estrategias circulares a los materiales y emisiones en los puntos calientes, se podrían reducir los GEI.

Poco a poco, tanto empresas como dirigentes gubernamentales y consumidores estamos adentrándonos en la economía circular. Este término se está comprendiendo, cada vez más, como una forma de hacer frente a los residuos y la contaminación, acelerar la acción climática y mantener una economía viable y próspera. Pero la pregunta que se hacen muchas personas es «¿esto es posible?».

Hasan Shafi, socio de Arthur D. Little, considera que las empresas y organizaciones necesitarán confiar en tecnologías digitales como analítica avanzada, drones e Internet de las cosas (IoT) para medir, analizar, monitorear las emisiones de GEI e integrar sistemas complejos, como recoge Forbes.

«Las tecnologías digitales y las áreas de sostenibilidad verán más convergencia e innovación sinérgica en el futuro, acelerando así la descarbonización», dijo Shafi. «Muchos nuevos modelos de negocio se desarrollarán y entregarán a través de plataformas digitales/tecnológicas como la descarbonización como servicio».

Shafi expone que catalizar las inversiones en mecanismos de mercado limpios y futuros puede contribuir a un futuro mejor para las personas y el medio ambiente.

Por su parte, Tony Fadell, director de Future Shape y el fundador y ex CEO de Nest Labs, aporta que los mercados entienden cada vez más que los materiales son finitos. «Las cadenas de valor solo pueden durar si se basan en la reutilización y la circularidad.» Además, entiende que la inversión en materia de economía circular va dirigida hacia los materiales como servicio.

Sostenibilidad al extremo

Así, adentrándonos en la economía circular, se entiende que esta forma es la única viable para las economías mundiales. Si entendemos el ciclo de vida de los materiales con los que trabajamos habitualmente, no podemos pasar por alto la necesidad de contar con un modelo de producción y consumo que permita compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible.

Por ello, llevar la sostenibilidad al extremo no es ni mucho menos una locura. Al contrario, es el camino al que tenemos que dirigirnos. Es la alternativa para luchar contra el cambio climático y la garantía de contar con modelos productivos sustentables en el tiempo.