La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó en primavera su última radiografía (Snapshot report) del sector fotovoltaico (FV) mundial. Según los datos recabados por este organismo, al menos 175 gigavatios de nueva potencia fotovoltaica (el mejor año de todos los tiempos) han sido instalados en el mundo en los doce meses del año 2021. Así, 2021 fue el mejor año en todos los tiempos, con una capacidad FV total acumulada de al menos 942 gigavatios. Pero las buenas noticias no terminan ahí, ya que, según ha adelantado el observatorio de las energías renovables de la Comisión Europea (EurObserv’ER), la fotovoltaica superará los mil gigavatios de capacidad de generación en este 2022.
El mercado fotovoltaico asiático
Por su parte, China ha vuelto a ganar la partida. Su mercado fotovoltaico ha crecido a un ritmo formidable, como recoge Energías Renovables. Así, China ha cerrado el curso «siendo nuevamente el mayor mercado mundial en términos de capacidad anual instalada».
Según el balance 2021 de la AIE, China registró el año pasado instalaciones fotovoltaicas por valor de 54,9 gigavatios. Esto supone más gigas instalados que en 2020 (48,2) o 2019 (30,1). Para hacernos una idea de su alcance, su parque fotovoltaico nacional cuenta ahora mismo con 308,5 gigas de potencia acumulada. Es decir, equivale a casi un tercio de toda la potencia fotovoltaica mundial.
Los obstáculos de la fotovoltaica
Pero no todo han sido aspectos positivos en la fotovoltaica. También se han dado obstáculos. El Snapshot report 2022 de la AIE destaca varios, que han perturbado los mercados en 2021.
Uno de ellos ha sido el incremento del precio del polisilicio, del vidrio y del aluminio, materiales todos imprescindibles para el sector, ha propiciado el encarecimiento del precio final de las instalaciones. Además, el incremento de los costes logísticos habría perturbado el mercado en 2021. Aún así, la Agencia no puede determinar con precisión cuál ha sido el impacto de esas perturbaciones.
El encarecimiento de los costes energéticos es otro de los factores que han marcado el ejercicio. «La volatilidad de los combustibles fósiles ha sido extraordinaria. Su encarecimiento ha impactado negativamente en la industria FV, pero, en este caso, también habría entrañado efectos positivos para el sector solar», recoge Energías Renovables.
Esto ha sido así en tanto en cuanto la fotovoltaica ofrece un producto que le va a servir al usuario para independizarse de esa volatilidad. Es decir, que produciría dos efectos antagónicos en lo que a la fotovoltaica se refiere.
Sin embargo, más allá de estos obstáculos, el balance general del año es positivo en la inmensa mayoría de los mercados clave, según la AIE. Así, como se pronostica, este 2022 la fotovoltaica superará los mil gigavatios de capacidad de generación, una buena noticia para un sector que sigue creciendo y que puede ayudar a España a alcanzar la deseada independencia energética.